Matorral y pastos de montaña
En las zonas de alta montaña encontramos el característico piorno serrano (Cytisus purgans), matorral de hasta un metro de altura cuyas flores tiñen de amarillo las cumbres serranas a comienzos del verano y que tradicionalmente se aprovechaba para fabricar los techos de las chozas, confeccionar escobas y otros usos.
Junto al piorno, sin olvidar el cespedal de alta montaña, crecen otros matorrales como el enebro rastrero (Juniperus communis) y el cambroño (Adenocarpus hispanicus), configurando zonas de pastos que sirven de alimento a la fauna y al ganado durante el periodo estival, una época en la que las partes bajas del valle se encuentran secas.