Como localidad eminentemente agropecuaria y de montaña, Alameda del Valle contaba con una serie de oficios tradicionales que caracterizaban la vida cotidiana, y el con el desempeño de estos oficios el hombre modificaba el medio ambiente que le rodea
Carbonero: Hasta los años 60 se ha venido haciendo carbón en nuestra localidad pues jugada un papel muy importante en la economía local, pues daba trabajo a muchos habitantes del municipio. el destino final de dicho carbón era las estufas y calderas de Madrid. El carbón vegetal se obtenía quemando madera de roble. Para ello se colocaban la leña bien apilada y se cubría de hojarasca y tierra. Una vez realizado el horno se prendía fuego, la pericia de “los fabriqueros”, nombre con el que también se conocía a los carboneros , era el dominar perfectamente el proceso de someter la leña a una combustión lenta y transformar la madera en carbón. Cada diez años se cortaba una mata, la cual se subastaba y de la que se obtenían 20.000 arrobas de carbón.
Porquero: Antiguamente en todas las casas se criaban uno, dos o mas cerdos y de estos animales dependía la supervivencia de cada familia en el duro invierno. Todos los años, en año nuevo, salía a subasta la figura del porquero, que a cambio de grano o dinero, según se acordaba, sacaba todos los días a los cerdos a comer a la los montes de la localidad. Este trabajo culminaba con la matanza, época que unía a familiares y amigos en torno a la muerte y elaboración de la carne de este animal.
Ganadero: Alameda del Valle basaba parte de su economía en la ganadería, Casi todas las familias tenían una o dos vacas que les proporcionaban leche y terneros para vender, Así mismos tenían varias vacas o bueyes para las yuntas de arar o para tirar de los carros. Algunas familias tenían también rebaños de ovejas, pero no para la producción de carne de cordero, sino para la producción de lana, que antiguamente tenía de mucho valor, solamente cuando las ovejas se hacían viejas se las llevaba al carnicero.
Molinero: Una de las actividades que caracterizó la vida de antaño era la del molinero. Además de moler el trigo y el centeno necesario para el consumo humano, en el molino se molían los distintos cereales para el consumo de los animales, pues estos no pueden digerir bien los cereales sin triturar. En Alameda había dos molinos, uno al norte y de propiedad municipal y otro particular al sur .
Aguador: Otro de los oficios de antaño era el de aguador, una actividad clave ya que en nuestro municipio se producía una gran cantidad de patatas y judías cuyo destino era los mercados de la capital. Los aguadores eran los responsables de organizar los turnos para el riego de las huertas, dar la vez y controlar los riegos, asegurando el buen uso del agua.
Otros oficios, como el vaquero, el herrero, el calero, el agricultor o el pastor, caracterizaban un modo de vida basado en la explotación racional y sostenible de los recursos de la zona, cuyo manejo hay dado como resultado la configuración del territorio tal y como hoy día lo conocemos.